Una vista al mar [Privado]

Tema: Una vista al mar [Privado] Mar Dic 22, 2009 10:53 pm

Era un hermoso día, las nubes se movían con la fresca brisa, las olas se mecían lentamente y su sonido creaba una silenciosa melodía. El lugar estaba casi solo, y era de esperar, ya que por esa temporada, no era recomendable entrar al agua; Había unas cuantas familias por aquí y otras por allá, los niños se acercaban a la orilla, para después salir corriendo cuando las olas llegaban a sus pies.
-Que hermoso lugar-Soltó, con un suspiro-Tan tranquilo-.

Mizuki se acerco al agua, quitándose antes sus zapatos, y dejo que el agua le acariciara los pies, era extraño, siempre aquel lugar le traía nostalgia, pero nunca ah sabido porque, simplemente lo sentía.
Cerró sus ojos un momento y se dejo mecer por la brisa...hasta que algo duro le pego en el pie, una caracola; Sonrió, la tomo entre sus manos y la acerco a su oído. El sonido atrapado del viento sonó inmediatamente en su oído, y por un momento se sintió dentro del agua, rodeada de toda clase de peces de colores.

Se quito la caracola del oído, con una sonrisa de oreja, abrazo fuertemente la concha a su pecho, pero algo le llamo la atención; Fijo su mirada en su nueva "reliquia" solo para ver como el inquilino de esta aun estaba ahí. Se puso pálida en el acto, y tiro un sonoro grito al viento, al mismo tiempo que la caracola regresaba al mar

Profesor Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 21/12/2009

Suave, débil...la brisa salada del océano llevaba consigo melodía de voces, de olas, de gaviotas, de niños. Voces que se mezclaban con el silencio y quietud propio del océano. Silencio roto, por un grito, grito de mujer que despertó en un hombre la necesidad de recurrir a ella.

Delicadas notas de una guitarra comenzaron a sonar de a poco quebrantando la quietud del lugar con una melodía melancólica, llena de recuerdos amargos de muerte. Sentado en la arena, pierna sobre otra, un cigarrillo en la boca...apareció la imagen de un joven cual espíritu en templo, callado, quieto, sin previo aviso de su invasión en el mar.

La mirada fija en la chica, sus dedos paseaban en las cuerdas de la guitarra haciéndolas vibrar y llevar su mensaje de amor en el viento que llegaba hasta la muchacha como caricias dulces, ignorando al resto...los demás no existían, solo estaban ellos dos, la chica de la caracola, el joven del cigarrillo y como sello simbólico del pasado que se vuelve presente, la guitarra tocando el requiem de un sueño.

Tema: Re: Una vista al mar [Privado] Mar Dic 22, 2009 11:48 pm

La chica se tiro a la blanca arena maldiciendo a la caracola y a su "temible" residente; en eso escucho una melodia, una guitarra, volvio a cerrar los ojos, escuchando la nueva melodia.

Aunque algo no iba del todo, bien, aquella dulce cancion llevaba algo consigo...un mensaje, un mensaje de amor. Abrio los ojos, buscando al creador de aquella melodia. Un joven estaba cerca. Bajo la mirada y se propuso a irse, pensado que la persona a la cual le dedicaba esa cancion estaria cerca, no seria prudente interrumpir.

Cuando se proponia a irse, se dio cuenta de algo, el lugar se habia vaciado, no habia ni un alma alrededor, solo ellos dos. Tomo valor y se acerco al desconocido, tratando de no hacer ruido alguno
-Disculpa...pero...a para quien tocas?-

Profesor Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 21/12/2009

Sin apartar los dedos de las cuerdas, emitiendo sonidos ténues que cubrian la brisa y arrastrados por el viento se hundían en el mar. La voz de la muchacha no sacó al músico de su obra, cotinuó tocando sintiendo como cada paso de la joven en la arena los acercaba más y más.

-Esta canción la hice para ti

Sonó retumbante la voz del chico que se abrió paso entre el silencio que dejaba el sece de la melodía de la guitarra y el sonido burbujeante del rompimiento de las olas. El sol, tímido desprendía sus rallos cálidos hacia la pareja iluminada perfectamente coordinados bajo el astro rey.
La mirada del chico se posó de golpe en los ojos contrarios al compás del viento que mecía suavemente los largos cabellos de ambos haciéndolos parecer espigas de campo llevadas por el aire.

-Te estaba esperando

Dijo en tono suave y calmo mientras su mano derecha deslizaba la guitarra hacia un lado y se sentaba apoyando la siniestra en sus rodillas