Cruze la entrada principal a toda prisa, ya estaba oscuro. Aunque eso relamente no me importaba mucho, lo unico que queria, era que me fuera asignada cuanto antes mi habitación pues tenia un sueño horrible. Pesado muy pesado había sido mi viaje, y habia dormido durante todo el trayecto. No comprendía entonces por que el sueño persisitia tan insitentemente. Segui caminando hasta que el sueño irremediable vino, y yo comence a perder la noción de lo que hacia. Creo que termine por llegar a un sitio muy lindo, lleno de arboles y flores. Bosteze, y deje caer mis pesadas maletas sobre el cesped, que no era para mi mas que una enorme mancha oscura que me incitaba a dejarme caer sobre él y quedarme placidamente dormida. Sacudi la cabeza, tratando de alejar esa idea de mi mente, pues lo correcto era dormir en una habitacion y no en medio de un jardin. Volvi a bostezar y al siguiente instante, me encontraba cayendo al cesped completamente adormilada. Quede sobre el cesped, desparramada, con mis valijas a los costados, durmiendo placidamente, con una respiracion tan tranquila y tan leve, que cualquiera que me viera me tomaria por muerta.

El sol daba un calor trópico al Jardín del instituto, el chico de pelo castaño, larga estatura, tez quemada y ojos verde caminaba con su uniforme pacientemente, las nubes algunas formaban diferentes formas, una un dinosaurio, una pretzel y otra extrañamente formaba Sudamérica, todo esto era curioso para Hazen nunca se había fijado en las formas de las nubes, nunca tuvo tiempo. Caminaba y caminaba, la arquitectura del Jardin era preciosa, era un estilo fresco y suave, con caminitos que te llevaban en óvalos para admirar por completo las plantas, pinos, robles, flores, rosas, susanos, claveles, todo era hermoso, Acompañado por el hermoso y fresco pasto verde.

- Wow, el efecto que le da el pasto a esto… es hermoso. Decia mientras miraba minusiosamente con su mirada el lugar, hasta que vio un cuerpo y dos maletas en el lugar. ¡Dios mio, un muerto!. Dijo mientras se quedaba mirando desde lejos, era una chica, si sin duda era una Dama, pero… había algo raro en ella. ¡Respira!, Dijo mientras corria rápidamente hacia el lugar, saltaba una valla y se disponía de ver a la que estaba tirada en el fresco y verde pasto. ¡Oye, Oye!, Te pasa algo?!. Dijo mientras la volteaba y la miraba con la preocupación como tono principal.

Entre sueños, yo caminaba al costado de la baranda de proteccion de un enorme crucero ceribeño, El sol resplandecia, y la deliciosa brisa salina me daba de lleno en el rostro, ondulando mi cabello con dulzura. Me detuve, y observe el horizonte, que parecia tocar fin justo en donde empezaba el cielo de un azul precioso. Alegres, unos delfines saltarines nadaban a la mis velocidad que el barco; Sonrei... Y escuche como alguien me llamaba, una voz tan llena de elocuencia y profundidad...la voz de él... era él quien me llamaba... y corrí hacia donde estaba, para abrazarlo...

Abrí los ojos, y me percate de que me habia lanzando a abrazar a un chico desconocido. Mire al cielo, y suspire aliviada al ver que el sol se ocultaba tras las nubes. Aparentemente me habia quedado dormida toda la noche en aquel lugar. Sonrei tranquila, y aún con los brazos sobre el cuello del desconocido bosteze.

Estoy bien, gracias respondi, con la voz super somnolienta.

- Ahmm... Señorita. Decía el chico con voz confundida, nunca la había visto en su vida, la chica de cabello verde se había colgado en su hombro como si fueran novios o algo parecido, pero Hazen de ella no tenía idea ni un poco claras ni borrosas, no tenía nada acerca de ella.

- Disculpe, ¿Nos conocemos?, Decía mientras se quitaba los brazos de la joven del cuello y los ponía en las piernas de ella y bajaba sus ojos verdes a conectarse con aquellos grandes ojos color mostaza.

- Perdona… Pero te quedaste dormida aquí y creí que estabas muerta, así que disculpa por interrumpirte tu sueño. Dijo con un tono verdaderamente preocupante. ¿Puedo compensarte?. Dijo poniendo cara de sin salida y poniendo una mano de el sobre una suya.

Me talle los ojos con la mano. Para tratar de recuperar un poco la vision, que acostumbrada a la luz del sueño, se habia visto incomodada al regresar a la luz de la tierra. Pestañeando con cierta dulzura despistada observe al chico que tenia de frente. No creí conocerlo de ningun lado, así que negue con la cabeza, mientras rebuscaba en mi cerebro los archivos donde estaba guardada la información sobre mi amplio voabulario, pues en mi cabeza no había espacio mas para el no y el gracias. Me puse de pie con desgarbo, y de pronto, caí en cuenta de que había abrazado a un desconocido que amablemente se ofrecia ahora en compensarme por haber roto el sueño que ni siquiera debi de haber tenido. Sentí como el color subía por mis mejillas, y aprovechando que tenia una mano sobre la mia, lo jale hacía un arbusto que me cubriera del sol que volvia a aparecer en el cielo.

Lo lamento Mucho Le dije con mi mirada, clavada en el pasto, tratando de ocultar el inmeso rubor que se habia formado en mis mejillas. Ha sido culpa mia Continue diciendo, mientras me acomodaba bien dentro del forraje del arbustito, para que los rayos de sol no me tocaran.

Jalado hacia un arbusto fue y depositado allá fue, ahí se encontraba Hazen con su desconocida amiga se notaba la vergüenza que se acumulaba en sus mejillas, pero esto no le fue mucho problema al Joven, escapándosele una sonrisa y formando un tono de voz alegre, le dijo suavemente a su acompañante.

- Tu no has tenido la culpa de nada, he sido yo el tonto al despertarte. Dijo mientras tomaba la barbilla de la peli verde y la miraba de nuevo en sus ojos grandes y de color poco común. Además, ha sido un buen comienzo para conocernos. Dijo mientras quitaba la mano de la barbilla de su amiga viendo que esta se quedaba como si estuviera flotando en el lugar que Hazen la Dejo.

- Me llamo Hazen, y, ¿Tu?. Dijo con un poco de brillo en sus ojos y un tono de voz suave y cálido.

Tomo mi barbilla y lo mire con embelezo mientras hablo. Quede divagando entre la realidad y el sueño, por que la amabilidad que el chico emanaba parecia provenir mas de algun sueño recurrente mio, que una realidad sofocante y abrumante. Sacudi mi cabeza un poco, y trague saliba, para deshacer el nudo de palabras que comenzaron a formarse con impaciencia en mi garganta, esperando salir a borbotones, del monton de cosas que quería decir pero que mi adormilación no me permitia. Por unos instantes no pude hacer otra cosa mas que sonreir, aún ruborizada.

Mucho Gusto Hazen dije, mientras trataba de deshacerme de unas ramas que se habian atorado en mi blusa. Fastidiada supuse que mi cabeza pareceria nido por haber pasado la noche tendida en el cesped, y ahora con mayor razón pues seguro que tendria hojitas en la cabeza, me senti algo apenada por eso, pero decidi ignorar tal hecho, y continuar con mi presentación.

Yo Soy Nanyei me presente, mientras me quitaba del cabello una vaga florecilla blanca Tengo una enfermedad rara, vez... siempre tengo sueño, y tiendo a quedarme dormida en cualquier sitio continue hablando, tratando de explicarle por que estaba ahi tendida en medio del jardin Ademas... ahm... No debe darme el sol por... Me debati unos segundos expresos, en si decirle que era vampiro, o no decirle. Por que me me lastima Concluí, sin decir mentiras. Pues era verdad que me lastimaba. Sonrei abiertamente, esperando con eso convercerlo de mis enfermedades fatidicas y raras.

Já. Dejo escapar levemente el chico sonriéndole, no se explicaba que tipo de enfermedad era pero debía de investigarla y con relación a lo del sol… Tal vez sencillamente era de piel sensible y se irritaba con mucha facilidad. Si quieres, te presto un bloqueador solar muy bueno. Dijo con toda confianza el chico, que aun no sabía nada de lo que le hablaba su bella acompañante.

Espera. Dijo con la calma como tono principal, mientras sacaba su pañuelo blanco con una gran H y se disponía a limpiar una mancha en la parte derecha del cuello de Nanyei. Disculpa. Dijo mientras terminaba y guardaba su pañuelo. Mucho gusto, todo un placer conocerte.

¿No es mejor que vayamos a tu habitación? – Expresó mientras miraba hacia arriba – El sol está afuera, te puedes irritar la piel y eso no sería nada bueno – Expresaba mientras se arreglaba el cabello con una mano – Además, tus dos maletas están ahí y necesitaras ayudas con ella. Apuntaba el peli marrón esperando que la chica de la larga caballera verde le deje acompañarla a su habitación, sería el toque que le faltaría a su presentación.

¿En serio? haha! Solte una dulce y ligera carcajada cuando se le ocurrio recomendarme un muy buen bloqueador solar. Me lleve una mano a la boca, para sofocar un poco la risa. Tenía tiempo sin reirme así. Mucho tiempo. Pero la risa se calmo de tajo cuando sentí como me limpiaba con un suave y simpatico pañuelo el cuello. Y un rubor casi imperceptible aparecio sobre mis mejillas. No debiste molestartesolo pude sonreir en forma de agradecimiento.
Mire hacia el cielo, donde el sol aún brillaba, pero si mis calculos no fallaban, seguro que no tardaría en ponerse. Me pegue todavía más al arbusto, pues de pronto temí que con el mas minimo toque de rayo de sol, yo ardería en llamas.

Vale, iremos a mi habitación Dije con calma, mientras me pasaba un par de mechones de cabello por detras de la oreja. Pero... ¿Te molestaría si nos quedamos a ver la puesta de sol? Pregunte, en un tono relajado, tratando de que no se notara de que ansiaba la oscuridad de la noche. La verdad, amo los atardeceres Confese sonriente, diciendo nada mas que la pura verdad, pues aunque el solo no fuera mi mejor amigo, adoraba verlo desaparecer en el horizonte. Me acomode sobre el cesped, dispuesta a quedarme ahí, aunque el amable chico se negara. ¿Y de que marca es ese bloqueador solar del que hablas? Pregunte sonriente, dejando notar cierto tonito de sarcasmo,

Los pensamientos pasaban rápido por la cabeza de Hazen, muchos buenos otros perversos pero de momento se dio cuenta de que a su amiga la agradaban los atardeceres lo cual le daba más puntos a favor del ojiverde, ya tenía un factor en el cual concentrarse, ¿Cuál será el siguiente?, Él no lo sabe pero a lo más seguro con el transcurso de la charla a lo más seguro se le ocurra.

Ok, Esperemos juntos el atardecer -Expreso alegremente- A mi me gustan, aun no amo nada. Dijo mientras se acomodaba para estar al lado de la chica de grandes ojos. Jajajaja, no sé, nunca me he fijado en la marca. Dijo dejando ver su blanca dentadura con una gran sonrisa, posteriormente se acomodo un poco más acercándose un poco a su amiga y Dijo:

No Falta mucho para que se descuelgue el sol y se vaya a dormir, así estarás contenta no?. Dijo con suavidad y un toque de dulzura para tratar de ganar confianza.

Sonreí encantada cuando vi que se sento a un lado de mi. Me percate cuando dijo que aú no amaba nada, y por un pequeñisimo instante baje la mirada, pensando en que la unica cosa que yo habia amado de verdad y con locura, me había lanzado por la borda. Borre de inmediato esos pensamientos de mi cabeza, pues debia de aprender a dejar todo lo pasado bien atras. Mire al chico con atención, escrutando su relajada sonrisa, y por alguna extraña razón me senti muy tranquila. Doble las rodillas y abraze mis piernas, haciendo una especie de bolita, no queria que el sol me tocara.

Pues... Si, estaré contenta Conteste, sonriendo mientras ladeaba un poco mi cabeza con los ojos cerrados. Mire hacia el frente, donde había otro arbusto que me cubria casi por completo de la luz de sol, solo se filtraban unos leves rayos naranjas que le daban a nuestro pequeño escondite unos aires dignos de pelicula. Hubo un pequeño silencio. Gire mi cabeza para contemplar al chico.

Eres la primera persona que conosco en este lugar.. le dije tranquilamente, mientras volvia a perder mi vista en la luz que se filtraba entre las ramas. No creo que tu te hayas quedado dormido en medio de un jardin jsuto como lo hice yo continue hablando, con la vista algo perdida.

- Si de algo sirve, me quede durmiendo en medio de la alfombra de la sala. Dijo mientras echaba sus brazos hacia atrás para acomodarse mejor , después miro desde una perspectiva trasera a su amiga, debía admitirlo por cosa del destino le toco estar con un Ángel, aun no creía la suerte que tenia, no sabía si traía un trébol, pero tampoco tenía tiempo para eso ahora mismo.

El sol nos daba su show en cámara lento, cada escalón que bajaba era majestuoso y cada vez más cerraba la brecha de su cálida luz para abrir a la fría y joven noche, el silencio entre los dos no era incomodo, era reconfortante y agradable, los ojos verdes del chico de dejaban de admirar ese hermoso espectáculo que nos regalaba la madre naturaleza a la que Hazen tanto le agradecía, esta era una de las cosas que la vida nos regala, nos regala a muchos, mejor dicho a todos y solo pocos como su acompañante se paran a admirar.

Reí ligeramente con su comentario. Pues, No recuerdo haberte visto en la alfombra de mi casa... Tengo siglos sin pisar mi hogar comente, mirando la imensa gama de colores que atravezaban las ramas. Los naranjas se tornaron rosas, y los rosas se volvieron violetas, y el violeta dio paso a un precioso azul rey que a medida que oscurecía, de poco en poco se convertía en un inteso negro. Y todo junto en el horizonte mezclados los colores tal cual los revolveria un aclamado pintor, me relajaban, y me hacían añorar con intensidad la calidez de mi familia.

Si... Siglos Murmure algo perdida en mis recuerdos, pero tambien algo perdida en la belleza del que, ya no era mas un atardecer, sino mas bien, un anochecer. Mire hacia arriba, observando el cielo, luego cerre mis ojos y sonreí. Me agradaba saber que seguro mis padres estarían ahí, viendome. Me deje caer en el cesped, y comenze a escuchar a lo lejos a los grillitos cantar, y sonreí de nuevo. Bosteze, y el sueño abrumador comenzo a atacarme. Temi quedarme dormida ahi mismo de nueva cuenta. Eso que padesco... Se llama Narcolepsia Le dije al chico, mientras abria mis ojos y buscaba su figura en la oscuridad.

- Narcolepsia eh, Vaya. Pensó el chico, sus amplios conocimientos sobre enfermedades y curas le habían llegado a dar con esa enfermedad años atrás con un joven que fue a la unidad médica de la policía.

Ya la noche estaba mostrándonos su gran velo oscuro, los colores del día se iban desapareciendo poco a poco y lo extraño y opaco de la noche estaba dominando el gran y extenso cielo, las nubes desaparecían como ninjas en misión, las aves ya dormían, y los dos compañeros habían disfrutado de uno de los mejores actos del mundo y sin pagar ni un solo centavo, solo tuvieron paciencia y éxtasis del día llego.

- Hmm... Murmuró el chico, sin querer romper el silencio, el momento, el instante que Vivian aquellos dos el ambiente era tan intimo que hacia acelerar el corazón del peli marrón pero, no podía hacerse ilusiones, ningún tipo de ilusiones.

Escuche la suave brisa nocturna enredarse entre las ramas de los árboles y de los arbustos, creando delicadas melodias de viento. El cesped y las flores se inclinaban y yo escrutaba con la mirada cada detalle de la noche. Aquel jardin, era uno muy precioso y bastante tranquilo. Nadie creería que semejante lugar atestado de flores, formaría parte de un imenso Instituto lleno de alumnos. De pronto vi algo, y me lancé.

Yeeeeeeh! Exclame triunfante cuando la atrape al aire en un solo movimiento rebozante de agilidad. Muy tarde caí en cuenta de que al lanzarme, había tenido que atravezar al chico, y había quedado justo encima de él. Solte un risitia incomoda y con rapidez me endereze. Me mordi el labio, tratando de no soltar algun gritito por la extraña sensación que me causaba el pequeño bicho entre mis manos.

Ehh, acercate! Le dije al chico, para que pudiera ver que era lo que tenia entre mis manos. Trate de pasar por alto que momentos antes estuve justo encima de él.

En un momento de sorpresa e incertidumbre, Hazen, el chico de pelo marrón sintió el cuerpo de la chica encima de él y los nervios no le dejaron decir, ni hacer nada pero al instante la chica con la misma agilidad con la que vino, se fue. Era rica en movimiento en los pequeños de moverse que tuvo, se movió con gracia y cierto gusto en los que Hazen no pudo hacer más que admirar.

Eh? – Dijo con curiosidad para saber que tenia la chica entre sus pequeñas manos de las cuales brotaba una fuente de luz verduzca clara, brillante muy brillante, que iluminaba algunas hebras de su cabello y le daba un cierto brillo a sus alegres ojos que sinceramente, Hazen no supo que decir, que acercarse y mirarla a ella, no a lo que había en sus manos.

Él se acerco, y abri un poco mis manos, con lo que la Luciernaga se escapo de su pequeña prisión y nos sobrevolo por un por unos instantes antes de desaparecer de nuestra vista. Yo sonreí maravillada mientras voló sobre nuestras cabezas. Me voltee para observar al chico, y me tope con su mirada puesta en mi. Un rubor inevitable se vino a mis mejillas, pero le sonreí con dulzura.

Creo que ya va siendo hora de irnos Dije mientras me ponía de pie con cierto desgarbo, y sacudía la tierra de mi ropa. Me pase un par de mechones de cabello por detras de la oreja y camine hasta donde se encontraban mis maletas. Tomé una con cada mano. Resople y varios cabellos de mi frente se levantaron, el peso de las maletas era algo fastidioso. Di dos pasitos y me detuve, no comprendía como es que había logrado arrastrar aquel par de maletotas sola y hasta ahí.

Y... ¿Como es que has llegado a este instituto? Le pregunte, tratando de hacerle platica al chico, que aunque el silencio que habiamos mantenido no me había sido incomodo en absoluto, necesitaba escucharle hablar. Algo extraño dentro de mi pedía a gritos volver a escucharle.

- Me inscribí por parte del Departamento, quieren que tengan Educación superior. Dijo sonrientemente. Espera, Dame eso. Dijo con un tono enojado-bromista para quitarle las pesadas maletas a su compañera, como todo caballero que aspira ser, no la podía dejar cargar las maletas.

Cargo una de manera normal mientras que la otra se la subió al hombro y puso su muñeca a descansar sobre su hombro, y se paró derecho frente a su amiga. ¿A dónde va esto?. Dijo con una sonrisa en la cara para demostrarle que no había ningún problema con que el lleve sus maletas. Ya algunas brisas de la noche atacaba débilmente el lugar, donde lugar a que Hazen demuestre uno que otro titiritero.

Sonreí agradecida cuanto tomo las maletas de mis manos. ¿Departamento? ¿Que clase de Departamento? Le pregunte con suma curiosidad mientras avanzaba hacia la valla de proteccion del jardìn donde me habia quedado dormida, Caminaba delante de él, y lo contemplaba en espera de una respuesta a mi quiza muy entrometida pregunta.

Pues, eso va a mi... No pude terminar de responder su pregunta, pues por no ver por donde caminaba habia terminado por tropezar con la verja de protección y me había ido de boca contra el suelo. Vaya, vampiro, y medio torpe, pense para mis adentros mientras me sentaba con las rodillas sobre el suelo, con lagrimones en los ojos por el coraje de ser tan despistada me lleve una mano a la frente para revisar los daños provocados. El golpe contra el caminito empedrado del jardin había conseguido que me sangrara la frente.

El chico seguía a la peli verde tal cual como perro a su dueño, el pasto crujía cada vez que pisaban era la falta de Rocío, de la cómoda humedad de la mañana.

Ah? – Dijo el chico mientras captaba la pregunta, las maletas no eran para él, sin importar lo delgado que era, después de entendida la cosa le respondió – Ah, Trabajo en el Departamento de Inteligencia de un cuartel militar. Dijo sonriente el chico aunque con un tono muy preocupado.

Después cruzo una pequeña puerta que daba entrada al pequeño complejo del Jardín y ver que Nanyei no tomo por ese lugar, giró rápidamente la mirada sobre ella todo preocupado, vio su enorme caída y soltó las maletas y fue rápido donde su amigo, espero que ella se pasará la mano por la frente y cuando el se la paso… El olor y ese color rojo carmesí inundo todo su mundo se vino abajo, comenzó a limpiarse la mano de la sangre desesperadamente con la ropa, con el suelo, con las hierbas y en su cara, una imagen de inmensa frustración lo comenzó a dominar.

Segundos despues de haber tropezado, Hazen ya estaba del lado mio, pero al ver la sangre, entro en una extraña conmoción cuyo origen supuse que era la sangre misma que resbalaba por mi frente y rodaba ya por mis mejillas. Me vi las manos, embadurnadas de sangre, mire mis manos pensando que hacer, y trague saliba. Un vampiro normal hubiera comenzado a relamerse las manos apesar de que fuera sangre propia... por fortuna, o quiza desfortuna, no soy normal. Me puse de pie y camine con tranquilidad y parsimonia hacia donde estaba Hazen, Lo contemple completamente consternada, y luego, luego lo abraze, lo envolvi con mis brazos. Aunque lo acabara de conocer, una extraña fuerza ajena a mi me impulso a tratar de volver a verlo sonriente.

Tranquilo, le dije con suavidad Todo estará bien, Tan solo es... sangre continue hablando en un susurro, pensando en todos los significados que aquella sencilla frase escondía, pues para mi, la sangre era mi medio de vida, mi medio de existencia, la razón por la que podia continuar respirando en una fingida vida sin fin... pero para él, para el significaba otra cosa totalmente distinta. El viento soplo y movio con elegancia mi cabello y el de él, llevandose consigo y hacia la noche el olor de la sangre de mi herida pues esta, ya había cicatrizado.

La manía continuaba, el olor a sangre era despreciable y descontrolado para su mente y sus sentidos, su color que por el momento era negro debido a la oscuridad de la noche lo hacía confundirse y estresarse, alocarse, desquiciarse, cuanto más tiempo pasaba con la sangre encima sus ojos adquiría una expresión de frustración y horror.

Pero todo cambio, todo se transformo y el horror desapareció, ¿Qué había sido?, El chico de piel quemada no sabía, pero se sentía agusto, cómodo, seguro, aun con la Sangre encima, ¿Pero que era?, solo en medio de ese momento de desesperación y horror pudo ver dos brazos, delgados, sofisticados , delicados, poco a poco se fue calmando y con una pequeña brisa se fueron todas sus penas y al delgado chico no le quedo más que dormir, dormirse sobre el regazo de aquella peli verde que le había tranquilizado uno de los momentos y estados de mas alteración de Hazen.

Su respiración se tranquilizo, y para cuando me di cuenta, él ya se había dormido entre mis brazos. Sonreí aliviada al ver que su desesperación se había esfumado, y haciendo los movimientos mas rapidos y escrupulosos que pude para no despertarlo de su sueño, acomode su cabeza sobre mis piernas, y con la puntita de mi camisa comenze a retirar la sangre de su rostro, y luego de sus manos, que acomode con delicadeza sobre su pecho una vez que estuvieron limpias.

Pero que lío he armado Murmure con suavidad, observando al chico domir. Si no fuera tan torpe como para quedarme dormida a mitad de un jardin, seguro que nada de eso hubiera ocurrido, pero no lo lamentaba, en absoluto. Pues era una manera muy peculiar de conocer a alguien. Me quite la sangre del rostro con la manga de la blusa, pues no quería que al despertar se topara con mi rostro ensangrentado. Mire al cielo plasmado de astros de luz, parecìa que un montón de luciernagas se hubieran unido en lo mas alto del firmamento.

Estaba sumido en un sueño, un profundo sueño, sus parpados no se movían, su cara no cambiaba solo tenía aquella expresión de la de un bebe durmiendo en un gran y profundo sueño del cual no había de despertar en mucho tiempo, hasta que a su mente a su sueño, llegaron miles de imágenes del rato que acababa de pasar antes de caer dormido por aquellos delicados brazos que le cubrieron. Las imágenes pasaban a toda velocidad, miles y miles hasta que de repente.

- Aaaa! – Salto del regazo de Nanyei, tomo una barra de metal de la cerca que cubría el jardín y la transformo en una espada y la puso en la frente de la peli verde.

Varios segundos pasaron y Hazen se dio cuenta de lo que había hecho, de la brutalidad que había actuado, sin decir ni una palabra y poniendo cara de una decepción absoluta dejo caer la espada y bajo la cabeza y dijo con un tono cabizbajo:

- Discúlpame, Nanyei, no era… mi intención. Dijo con un tono depresivo y sin valor de mirarla a la cara.

Hazen durmio largo rato, pero cuando menos me lo esperaba, sobresaltado se puso de pie, y con una agilidad asombrosa transformo una sencilla vara de metal a una espada. A mi me tomo desprevenida, pero como acto reflejo me puse tambien en guardia, asustada por el hecho de tener una espada amenazandome. Simplemente había estirado los brazos y extendido las palmas de las manos, como si con eso pudiera parar un ataque...

Aaaaah! exclame, cerrando los ojos con fuerza y cayendo hacia atras, aún cubriendome con las manos. Abrí los ojos, y al darme cuenta de que todo había sido una mera confusión, aún algo asustada por la reacción del chico, me puse de pie temblorosa pero sonriente. Camine hacia él y me le plante de frente. Me asome por debajo, pues él miraba el suelo, y con exprecion relajada le dije:

Disculpado... Eres un chico lleno de sorpresas, eh?