No se atrevía a mirarla a la cara, si lo hacia se moriría de vergüenza, el temor lo invadía y la chica que compartió un grato momento con él y que él hacia ella sentía algo bastante especial, era como algo que no le permitía estar con ella sin mirarla, sin escucharla, hasta ahora no se podía deleitar la vista, con la cara de aquella chica de cabellos verdes, así que suspirando bastante hondo dio un solo paso hacia ella y le dio un intenso abrazo.

- Enserio, Discúlpame, no era mi intención, Soy un… Idiota. Dijo con voz quebrada y nostálgica, como si le hubiera hecho eso a su persona más amada pero aunque Nanyei no lo fuera, se le podía decir que se acercaba un poco. El silencio se hacía pesado para Hazen, no quería durar mucho con su amiga en estado neutro, tenía que disculparse ya o ya.

Me tomó por sorpresa el calido abrazo que me dio, repitiendo sus disculpas. Era notorio por su tono de voz, que realmente se sentía mal por haber reaccionado así. Yo solo atine a asentir torpemente con la cabeza. Pues de mi boca salían puros balbuceos, ya que mi mente comenzaba a verse invadida de recuerdos. Recuerdos de un abrazo similar a ese, de la misma intesidad, de la misma calaña. Recuerdos de un abrazo que él Me dió un caluroso verano, que lucía demadiado lejano ya. He perdido la noción del tiempo, desperdiciando tiempo durmiendo, soñando, recreando en mi mente y en mi cuerpo imagenes y sensaciones, profundas como el oceano, marcadas como una cicatriz de un mal recuerdo. Yo estaba marcada pues, hondamente, por lo mas maravilloso... igual y lo mas doloroso que jamás en la vida había sentido.

Vale Dije con firmeza, al mismo tiempo que me separaba de tajo de Hazen, con la cabeza baja, pues no quería que notara que mis ojos se habian inundado en lagrimas. Con el nudo en la garganta, y la desesperante sensación de que de un momento a otro caería en pedacitos por el dolor del recuerdo, me moví con soltura y rapidez, tome una de mis maletas. y haciendo como que buscaba algo, me inque en el suelo, y las lagrimas rodaron.

No te preocupes Le dije, agachada, con el cabello cubriendome el rostro, haciendo un esfuerzo por que no se notara en mi voz, que se habían evaporado en mi las sonrisas y la seguridad. Creo que ya me he acostumbrado a que las personas reaccionen así... En serio que no ha sido nada seguí diciendole, con las manos temblorosas que sacaban cosas sin ton ni son. En realidad no buscaba nada. El interes en las cosas, de repente, había desparecido.

La bella y dulce escena que hace dos minutos, Hazen le había arruinado, ¡Como él maldecía sus malditos temores y traumas!, la noche ya no era ese hermoso cielo cubierto de astros si no una fatídica y desesperante confusión entre ambos, al ver que su amiga, al sentir que su amiga ya estaba más cabizbaja que él, lo único que le quedaba tomar la espada y…

- Mira, esto fue lo último que aprendí a hacer con “mis sorpresas” con el metal, no sé como lo hago pero solo me sale en pocos momentos y ahora me deje de llevar y lo hice, no sé qué nombre tiene esto, ni como la llamaré, pero es algo, que quiero que guardes para ti, anda tómala. Dijo con los brazos abiertos mientras la hermosa flor que estaba en las dos manos de Hazen iluminaba levemente su rostro e iluminaba la agachada cara de la peli verde.

Spoiler:

Decía mientras sostenía la maravilla del fluyente metal que estaba entre ellos dos, con toda la esperanza en su cara de que Nanyei, sostuviera su extraño y exigente regalo, porque cada vez que lo creaba un fuerte cansancio dominaba su cuerpo.

Levante la vista, y mi mirada quedo maravillada con la flor de semajante belleza que me extendían sus manos. Con la manga de la camisa, (que estaba ya totalmente sucia) me enjugue las vagas lagrimillas que resbalaban por mi rostro, para luego sonreir con una sigularidad tan única como la flor.
¿En verdad quieres que yo conserve algo tan especial? le pregunte, pues no salía de mi asombro al ver algo tan bello como aquella peculiar flor que centelleaba bajo la noche. La curiosa luz que emanaba se reflejaba sobre mis ojos y los lleno de repente de una luz que habia estado ausente. Mire al chico, luego a la flor, y de nuevo al chico para sonreirle ampliamente.
Yo... Hice a un lado la valija, y me puse de pie, para estar frente a él, y lo mire a los ojos, y me quede sin algo que decir. Mi mano se levanto para tomar el precioso regalo, pero se quedo flotando en el aire. Tienes una habilidad asombrosa le asegure, posando mis manos sobre las suyas, sin tomar la hermosa flor, por temor a arruinarla con mis torpes manos.

El momento había pasado de sobrio a mágico, ya la tranquilidad era una realidad que ambos vivían, la flor que siempre alegraba a Hazen era algo que también le ayudo a alegrar a su amiga y esbozando una sonrisa, soltó la flor y esta se quedo flotando sobre las manos de la peli verde.

- Es toda tuya, no sé si pueda volver a crear otra, pero quiero que te la quedes, siempre estarás segura con ella. Dijo sonriente, el chico de aquellos ojos verdes que eran suavemente iluminados por la flor que ahora le pertenecía a su amiga. Si ves que se convierte en una pequeña pelotita, no te preocupes, es por qué hizo su trabajo.

Decía este mientras quitaba unos mechones de pelo de Nanyei y lo ponía detrás de su oreja.

- Ahora, es mucho mejor que nos vayamos a tu habitación, no sea que nos pillen aquí afuera, ¿Ok? – Le hablaba suavemente para no romper la mística que había abierto aquella flor.

¿En una pequeña pelotita? inqueri, confundida, aún observando la flor que ahora yacía con su singular brillo y preciosa forma sobre mis manos. Contemple la flor, y la observe con embelezamiento mientras pensaba con dentemiento donde la pondria. Yo estaba en mi ensimismamiento, y el chico paso mi cabello por dentras de mi oído, por lo que un leve escalofrio me recorrio el cuello y voltee a verlo algo apenada.

Si, es mejor que vayamos... Afirme, mientras tomaba la flor con una mano y con la otra abria la valija en busca de una playera limpia que ponerme. La que llevaba puesta estaba manchada de tierra, verde del cesped, sangre, y lagrimas tambien. ¿Puedes vigilar que no venga nadie? Le pedì, mientras comenzaba a desabotonarme la blusa que llevaba, claro, sin soltar la flor. El cambio de ropa me urgia demasiado, y para mi suerte, el jardin estaba totalmente solo.

- Sí. Accedió el chico con los ojos abiertos mientras miraba a Nanyei con la Flor, sin duda se veía mejor que él con ella. Se convertirá en una pequeña pelotita, cuando la necesites, ella florecerá. Dijo con una sonrisa en la cara.

- Sí, claro puedo ver si viene alguien. Dijo mientras se volteaba la cara a esperar que la peli verde se cambiara la camisa que tenia puesta, por que como todo caballero se iba a quedar hay, mientras caminaba silbaba una dulce canción que se sabía desde pequeño, mientras pensaba.

-¿ La podré invitar al baile?. Se decía para sí el peli marrón. No, mejor no, de seguro me dirá que no. Se contradiaba el mismo mientras con las manos metidas en los bolsillos daba una ojeada por alrededor del lugar, claro sin perder el suave brillo de la flor que aun tenia ella en las manos. Pero... Y, ¿Si me dice que sí?.

Él se puso a silbar, y yo me cambie de blusa con la rapidez propia de los de mi especie. Lo increible de aquello fue que en ningun momento solte la flor, no planeaba hacerlo, no quería. Me sentía muy importante sosteniendo entre mis manos aquella flor.m no quería, ademas, que sufriera ninguna clase de daño. Iba a cuidar aquella flor como se debía. Cerre mi mochila, y con una mano tomé la valija y con la otra segui sosteniendo la flor.

Muchas Gracias, Le dije sonriente mientras caminaba con elegacia sutil hacia su lado, arrastrando la mochila. Pero que nochecita, ¿no crees? Le dije, mirando hacia la oscuridad del jardin, que era febrilmenta iluminado por la flor, de la cual yo era portadora. Dejame decirte que provoco todo tipo de problemas asegure, con cierto tonito de orgullo, aunque no me sintiera realmente orgullosa de ir por ahi mentiendo en lio tras otro a las personas. Deje la maleta en el caminito de piedra, para poder acomodarme el cabello de la frente, podria usar las dos manos, pero no, no planeaba soltar aquella hermosa flor.

- No Provocas problemas, para nada. Decía aquel chico que hasta unos minutos estaba enloquecido por aquel líquido carmesí que lo enviaba al veintiocho. Ambos iban caminando, aunque el silencio no era pesado, Hazen no sabía que decir, solo pensaba en el baile escolar y que ella le diría si el preguntara, hubieron ratos en los que su mirada se deslizo suavemente por su cuerpo, sin duda algunas, era un ángel lo que le acompañaba.

- Tengo mucho sueño nanyei y tengo Hambre. Decía mientras. Ah!, Me acorde, ¿Puedes venir mañana por la mañana a mi habitación?, Te prepararé un desayuno – Hablaba contento mientras se auto voluntariaba a eso - ¿Qué me dices?, Será hermoso, el sol entra de una manera hermosa por mi habitación todas las mañanas y no hace calor, ni un poco. Decía recalándole lo bello de su habitación, pero sin saber que aquello que era bueno, para ella era todo lo malo.

- Anda, Anda, di que sí. Se decía para si mismo como un niño que quería algodón dulce su primer día de feria.

¿Por que no vamos a la cafeteria a que tomes algo? le pregunte, ante su comentario de tener sueño y hambre, pero antes de que pudiera responderme algo, se adelanto a invitarme a desayunar al día siguiente su habitación. Yo lo mire de hito en hito, sorprendida por la invitación.

¿Dices que entra el sol? repetí, algo angustiada por que no sabía que responder. Me mordí el labio, y camine en silencio unos momentos, cavilando sobre aquello, para poder dar una respuesta. Aminore la velocidad de mi paso, y mire el chico, tratando de ver en su rostro alguna posible señal que delatara si tomaría mal lo que yo le iba a decir.

Me encantaría le respondí con una sonrisa radiante Pero... Se te ha olvidado que a mi me lastima el sol Puntualize, mirando fijamente al chico. Detuve la marcha justo debajo de un árbol que proporcionaba sombra, donde los rayos de luna atravezaban sus ramas y creaban un efecto enigmatico. El viento soplo helado, jugueteo con el ondulado cabello de él, mecio de lado a lado el mio. Eso que padesco se llama... Unas nubecillas bajas se antepusieron a la luna, todo quedo a oscuras Vampirismo El tono que use fue distante, avergonzado, y ante la plena oscuridad de la noche, mis ojos centellearon.

- ¿Vampirismo? - Dijo todo perdido el chico - ¿Es un trastorno psicológico o algo así? – Le decía mientras veía como ella se quedaba debajo de aquel macizo, con un aspecto enigmático y sombrío lo cual asustaba un poco a Hazen, si fuera otro pensaría al ciento por ciento que ella es una vampiro, pero no, no lo es, pensaba el peli marrón.

- Si no puedes ir, no vamos, nos veremos en otra situación. Decía este con un tono bastante decaído. Y pensar que la iba a invitar al baile, hay me hubiera pateado. Pensaba desilusionado. ¡Hey!, Muévete tenemos que movernos si no, vamos a amanecer aquí. Reía con una sonrisa falsa, con una máscara de teatro que se había puesto para no delatar su desilusión.

- Tsk… Y pensar que iba bien. Volvía y pensaba desconcertado el chico. Oye, Vámonos o un vampiro de verdad nos encontrará. Con un tono de cautelosita decía esto Hazen.

Hazen avanzo, y yo me quede donde estaba, totalmente pasmada. No podía creer que él reaccionara así cuando le estaba diciendo lo que yo era. No sabía si ofenderme, por creer que yo no era un vampiro de verdad, o alegrarme por que no hubiera empuñado un arma y me hubiera atacado. Segui su caminar con mi mirada, aún sorprendida por su reacción. Me acomode la flor con muchisima delicadeza sobre el cabello, detras de la oreja, y despues, sonrei un poco, pero tan solo un poco... pues jamas creí que la primera persona que se enterara de mi situación fuera a tomarse una declaración tan fuerte, tan tranquilamente.

Vale, acepto el desayuno, dije finalmente, caminando hacia su lado Pero cierra esas cortinas, ya ves que no soy muy amiga del sol alegue, mientras hacia ademanes de restarle importancia con la mano. Tome la valija con las dos manos, dejando que se balanceara de un lado a otro al frente mio. ¿Puedo llevar algun postre? le pregunte, mirandolo fijamente. Resulta que soy muy buena repostera asegure con orgullo, sonriendole abiertamente.

- Bueno, ok, si tu quieres, tu harás el postre yo haré el desayuno. Decía con una sonrisa mientras iban caminando lentamente. Anda, te acepto el desayuno por pena. Pensaba el chico de cabello marrón que en la caminata se enteraba de cómo el tiempo pasaba de rápido y la noche caía de repente. Ya la oscuridad profunda había inundado el lugar y ambos chicos caminaban con tal confianza que creían que era de día.

- Creo que… ¿Mañana a primera Hora? – Decía mientras se acomodaba la otra maleta de la chica en la espalda y miraba como le quedaba la flor que en breves momentos hacia una combinación perfecta con su pelo de color verde. Cuidado con dejarla ahí, porque si se apaga la flor y se te cae la pequeña pelotita, lloraré hasta más no poder. Decía alegremente mientras miraba a Nanyei caminar.

- Creo que es aquí, ¿No?. Preguntó

Prometo no dejarla aqui Asegure, mientras levantaba mi dedito pequeño, en señal de querer hacer un pinky promise. No queremos lagrimas ¿Verdad?, así que te pinky prometo cuidarla como a mi propia vida Dije, adoptando un semblante serio, aunque por dentro me pregunte como sería eso de "cuidarla como a mi propia vida" si ni si quiera podia cuidarme bien a mi. Continuamos caminando, nuestras oscuras sombras perdian su forma an la negrura de la noche...

Mañana, a mi primera hora repeti, tomando nota mental, para no dejar la importante cita olvidada en algun rincón de mi memoria. Como salir de mi habitación sin que el sol me dañara, sería un problema a solucionar mas tarde. Me detuve en seco, y abri mi maleta de nueva cuenta, solo que estaba vez estaba en busca de un boligrafo.

¿Te comente que me gustan mucho los hot cakes? Le pregunte, con aire divertido, como si tratara de pasar inadvertida la mas que obvia sugerencia de desayuno. Encontre el boligrafo, cerre la maleta precipitadamente, me ergui, y le tendi el boligrafo a Hazen, para despues arremangarme y tenderle mi blanco brazo desnudo. ¿Te importaría darme santo y seña de como llegar a tu habitacion?... Temo que aun soy demasiado nueva como para llegar ahí sin indicaciones le comente, en espera de que el comenzara a trazar un mapita sobr mi brazo, para saber como llegar...

- ¡Oh Claro!, Como no… Dijo con estas últimas palabras pensativo mientras tomaba el bolígrafo y comenzaba a trazar rápidamente un mapa en el delgado y pálido brazito, tratando de ser lo más breve y rápido posible para que su amiga se diera cuenta de una manera rápida de cómo llegar a su aposento.

- Hotcakes, ¿Cómo te gustan? – Dijo con una breve carcajada el chico de piel morena mientras terminaba su pequeño mapa en aquel sofisticado y pálido brazo. Espero que este claro. Dijo con una cara de poco convencimiento hacia el mapa que había Dibujado.

- ¿A qué hora Pasaras?, Tengo que tener todo Listo y ordenado. Dijo con su blanca sonrisa.

Despues de que termino de trazar un mapita, yo baje la manga, y guarde el boligrafo en el bolsillo de mi pantalón. Acomode de nuevo la flor detras de mi oido, y alise un poco mi cabello. Iba ser un lio para mi madrugar, o quiza podria pasar la noche en vela para poder despertar a tiempo...

Ahm... ¿A las nueve te parece bien? Pregunte, aún avanzando hacia el ya proximo edificio habitacional donde me iba a quedar la temporadita que estudiara en aquel lugar. Mi mirada vago un poco aqui y allá, escavando en la oscuridad, buscando algo que, sabia perfectamente... ahí no iba a estar.

Ya hemos llegado Alegue para mi misma, con cierto tonito de triunfo. Hasta Aqui me va bien, Muchas gracias por tu ayuda y tu compañia le dije, poniendo una sonrisa poco convincente, y haciendo uso de un tono algo frio y distante. Baje la mirada, para seguir con mis ojos el contorno de la sombra del chico, que daba al suelo, y se rompia en largos trazos entre los arboles. Nos vemos mañana, ¿verdad?